Quiero contar una situación que sucedió hace años en una inspección GMP con un equipo de inspectores de Rusia.
Imagínate la escena: estamos en un tour por las instalaciones de una fábrica farmacéutica. En este tipo de inspecciones, normalmente acompañan a la empresa 2 o 3 intérpretes de ruso para que la comunicación fluya entre el personal y los auditores. La gente está algo nerviosa, como es natural, pero todo parece ir según la agenda y sin incidencias. Son las 4 de la tarde, todos tenemos ganas de finalizar la jornada, pero mantenemos la buena cara para enseñar lo que piden las autoridades.
El Momento «WiFi» en Plena Auditoría
En ese momento, el personal técnico empieza a hablar de las «utilities» y mencionan el esquema de la red «wifi» 📶 y sus características.
Veo las caras de perplejidad en los intérpretes. ¿La señal de internet? ¿Qué importancia puede tener para la fabricación de medicamentos?
Lejos de adivinar o traducir literalmente, los intérpretes hicieron lo que la experiencia dicta: pausar y pedir contexto. Con total profesionalidad, preguntaron: «Disculpad, ¿podríais explicarnos la relación del «wifi» en este contexto? Para nosotros es fundamental entender el término para transmitirlo con precisión».
El responsable de calidad se detuvo, los miró… y soltó una carcajada. 😂 Tras el momento de humor, el ambiente se relajó y dio la explicación. El personal de la fábrica estaba tan acostumbrado a su propio argot que no se habían dado cuenta de que su jerga interna sonaba exactamente igual que el término para la conexión inalámbrica. El enigmático término «wifi», que pronunciaban tal cual, era, por supuesto, WFI (Water for Injection).
La Lección: Contexto sobre Traducción Literal
Esta anécdota, que afortunadamente terminó entre risas, ilustra un punto vital: cada empresa tiene sus propios «WIFIs», esos acrónimos internos que, de tan usados, se nos olvida que no son universales. Es la prueba perfecta de que en un servicio lingüístico de alta especialización no se puede traducir palabra por palabra desde un diccionario; el verdadero significado siempre depende del contexto y la situación.
Por eso, una de las claves de nuestro método de trabajo en RuGMP es la preparación proactiva. Más que pedirle al fabricante que prepare una lista, lo que solemos sugerir es que comparta con nosotros alguna documentación, como diagramas de flujo o esquemas de proceso de fabricación.
Con ese material, nuestro equipo de intérpretes especializados prepara su propio glosario contextualizado antes de la inspección.
Ese simple paso ahorra tiempo, evita malentendidos y, sobre todo, asegura que la comunicación fluya con la misma pureza que un buen sistema de WFI. ✅
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