Los parlamentarios de Rusia han presentado un proyecto de ley que pretende responder a las medidas de los EE.UU. que consideran hostiles para compañías rusas.
Una de las propuestas está directamente relacionada con el sector farmacéutico: se pretende prohibir o restringir las importaciones de medicamentos desde los Estados Unidos a Rusia, salvo que no exista un medicamento análogo.